Queremos contaros la experiencia que tuvimos en una vivencia de biodanza en la Asociación de Personas Sordas de Alicante (APESOA), a petición suya, después de que varios de sus integrantes participaran en una sesión de biodanza multitudinaria, de unas 150 personas, en el Festival de Yoga de Alicante. Tras esta primera experiencia, en la que contamos con traducción simultánea a lengua de signos por parte de una biodancera e intérprete de lengua de signos (un lujazo :) las primeras sensaciones de los participantes fueron la emoción profunda de mirarse a los ojos, de compartir contacto y movimiento, de sentir sin tener que "hablar" y estar fijándose en las manos. Se abría un universo nuevo, según su testimonio.
A la sesión especiífica en APESOA asistieron personas sordas y oyentes. Se preparó una vivencia en la que el hilo conductor fue "Sentir mi ritmo y mi movimiento para armonizar con lo que expreso y encontrarme con el otro", en la que trabajamos la confianza, la expresión, la mirada y el movimiento y el contacto sensible.
Las dudas que a priori teníamos las facilitadoras se fueron disipando conforme pasaban los minutos. Las ganas de sentir, de moverse, de compartir de otra manera eran tan profundas que una vez dada la consigna, y a pesar de no contar con un equipo de música especialmente adaptado en los sonidos graves, las neuronas espejo hacían su función y el movimiento se contagiaba haciendo entrar en vivencia muy rápidamente a todos los participantes.
Compartimos esta experiencia profundamente agradecidas con lo vivido y con la ilusión de que se repita más veces, tanto en APESOA como en otros lugares del mundo, animando a las personas sordas a probar la biodanza.
Patri García y Almudena Jordá